Tips para un Liderazgo Consciente e Inspirador
Liderazgo OnLine.
Toda persona que ha tenido colaboradores a su cargo se ha hecho alguna vez esta pregunta ¿soy un buen líder?. Y la respuesta no es ni simple ni sencilla pero no debería generar es ni angustia ni frustración.
Dudar es de humanos, igual que equivocarse. Lo malo es no aprender.
Para empezar, ¿cómo se puede definir lo que es un buen líder?, ¿qué capacidades ha de tener? ¿qué actitudes debe mostrar?. La idea es enumerar y explicar una serie de actitudes, conductas y comportamientos de la persona que ejerce el liderazgo, hacia él mismo y hacia los demás, y que nos haga entender que el liderazgo va de personas, acciones y emociones.
Más del 90% de conflictos, situaciones, tensiones y problemas se solucionarían si se aplica sentido común y no se obsesiona buscando la situación más creativa.
Muchas veces la solución está delante de nuestras narices. Una definición de líder podría ser “aquella persona capaz de guiar e inspirar con sus palabras pero por sobre todo con sus acciones”.
¿Qué hace un buen líder?
Las palabras se las lleva el viento, en cambio las acciones se quedan para siempre. Actuar es movimiento, implica acción y pasión. Si a alguien se le dice lo que tiene que hacer probablemente lo olvide, no obstante al guiarlo desde el ejemplo y el respeto, dándole apoyo y reconociendo sus méritos, escuchando lo que tiene que decir, valorando sus ideas y aportes, seguramente no lo olvidará jamás.
Haciendo que cuente, que valga la pena, que sea importante para él y para los demás tendremos a un colaborador implicado y motivado por mucho tiempo. Corrigiendo cuando se debe pero desde el respeto y la mentalidad del crecimiento.
Y siendo un ejemplo porque de nada servirá todo ésto si no se práctica lo que se predica. Cuando se ganas la confianza y el reconocimiento del equipo de trabajo se tiene más de medio camino recorrido. Sólo las organizaciones que sepan adaptarse sobrevivirán en el tiempo.
18 consejos para un liderazgo consciente e inspirador
A continuación compartimos una lista de consejos y sugerencias que ayudan y consiguen que un líder sea visto como tal por méritos y no por imposición. La jerarquía se da, el liderazgo se gana.
- Sentido común: Aplíquelo en su vida personal y profesional. La mayoría de respuestas las puede encontrar ahí. Estamos hablando de personas y aquí influyen enormemente las emocione: cómo me siento y cómo hago sentir. Por eso el sentido común asentado en unas características propias de un liderazgo enfocado a las personas y su bienestar es una herramienta valiosa.
- Honestidad: Es uno de los comportamiento que más valoran los colaboradores. Mantener las promesas, ser un ejemplo y un modelo de comportamiento para los demás. Ser capaz de enfrentarse a la verdad sin miedos y con actitud positiva. Cuando el equipo falla el primero en fallar es el líder. No hay nada peor que un jefe deshonesto y que se esconde detrás de su equipo y señala con el dedo.
- Visión: Claridad de hacia dónde va la organización, el departamento, el área, eso es vital. Objetivos claros y compartidos hace que el equipo trabaje y colabore de manera eficaz y de sentido a su trabajo.
- Sencillez: Debes ser una persona cercana, de trato amable. Tener una política de puertas abiertas y que sepan que pueden contar contigo en cualquier momento y lugar.
- Flexibilidad: Ser capaz de ver con antelación cuando tomar un rumbo diferente es necesario. Y más cuando hoy en día los cambios en el mercado, tecnología, etc., son constantes y rapidísimos.
- Resiliencia: A veces suceden cosas negativas e inesperadas. Cuanto más demuestre que puede hacer frente y recuperarse de estas situaciones, más inclinado estará su equipo a hacer lo mismo. Admitir que hay un problema y que no tienes todas las respuestas ayudará a que tu equipo proponga soluciones en lugar de retraerse y esconderse detrás de excusas.
- Empatía: Si no es capaz de verles como personas que sienten y piensan, no se sorprenda que no sean colaboradores comprometidos. Tratar de entender lo que se sienten estando en su sitio (“ponerse en sus zapatos”) puede tomar un poco más de tiempo y esfuerzo que simplemente decirles qué hacer, pero esto dará sus frutos en términos de esfuerzo, compromiso y calidad. Un buen líder debe comprenderlos y también sus problemas y dudas.
- Feedback: De siempre feedback. Siempre. Explique lo que hacen bien y lo que deben mejorar. Siempre desde el respeto y tendiendo puentes. Permita que el feedback sea bidireccional. Escuche, tome nota y aprenda también de los tuyos.
- Planificación: Un buen líder debe planificar y saber transmitir sus planes, y objetivos. Un líder que no planifica, al final es como un barco sin timón. A la deriva.
- Decisión: Escuche, tenga en cuenta las ideas de los demás, cambie si cree necesario hacerlo. Pero también debe ser decidido. Si duda constantemente le verán como a la persona que no puede “dirigir” a sus equipos. Dudar no es malo. Dudar constantemente si lo es.
- Respeto: Lidere siempre desde el respeto. Un líder que no respeta a sus colaboradores jamás se ganará su compromiso ni lealtad.
- Delegación: Aprenda a delegar. Delegar no significa repartir tareas. Hay muchas cosas que uno sólo no puede hacer ni debe hacer. Aprenda las fortalezas de sus colaboradores y deles libertad para conseguir resultados. Usted está para guiarlos e inspirarlos.
- Colaboración/Trabajo en equipo: Colabore con su equipo y haga que colaboren entre ellos. Cree sinergias y apoyos. El trabajo en equipo es mucho más gratificante, crea pertenencia y objetivo común.
- Pasión: Ponga pasión en lo que hace y trasmítalo a su equipo. Si ellos ven que tu usted se apasiona, ellos se contagiarán de ese espíritu. De ahí crecerá la creatividad y la innovación. Póngale pasión y amor a lo que hace y obtendrá sentido a su vida.
- Autocrítica: Los líderes se pasan demasiado tiempo haciendo cosas, y muchas veces piensan poco. Saque tiempo para reflexionar y autoevaluarse. Sea crítico y rectifique cuando deba. Cuando sus colaboradores vean que es exigente consigo mismo, también lo serán con ellos.
- Comunicación: Trasmita sus ideas de forma clara. Repita el proceso si es necesario. Sea claro con las expectativas. Si necesita ayuda, busque quién le aconseje o le guíe (coaching o mentoring). Es fantástico tener muy buenas ideas pero luego no saber comunicarlas es nefasto. Comunicar no es hablar ni explicar. Va mucho más allá. Y recuerde que una gran parte de tu comunicación es no verbal. Si no encaja con su comunicación verbal, su mensaje jamás será interiorizado por sus colaboradores.
- Recompensar/Reconocer: Reconozca y recompense el esfuerzo, el trabajo duro, los logros. No con dinero ni con “palmaditas” en la espalda. Agradezca, haga sentir importante a la persona en el grupo y en la empresa. En privado y públicamente.
- Predicar: Con el ejemplo, está claro. Haga siempre lo que dice que va a hacer. No hay mayor estafa que intentar engañar a su equipo con palabras que contradicen sus acciones. Sea coherente y consecuente. Y responsable de sus acciones. Siempre.
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