La Inteligencia Artificial y sus límites.
Cultura Digital.
La Inteligencia artificial la tecnología clave del futuro.
La InteligenciaArtificial (IA) es una tecnología clave que promete facilitar el trabajo en diversos campos, desde la medicina hasta la seguridad pública.
Aunque ha habido avances significativos en el aprendizaje profundo y el reconocimiento de imágenes los sistemas de IA siguen teniendo limitaciones.
Más allá de los datos de entrenamiento la IA aún no puede generalizar y carece de la comprensión y asociación humana que otorga la experiencia corporal del mundo real.
Estos sistemas son frágiles y solo son útiles con imágenes muy similares a las utilizadas durante su entrenamiento.
Los programadores están comenzando a reconocer que la IA no puede cumplir todas sus promesas. Hasta que se aborden estas limitaciones, los sistemas de IA seguirán siendo deficientes en comparación con la amplia gama de habilidades cognitivas humanas.
Avances en el reconocimiento automático.
La experiencia humana cobra significado mediante percepciones, sensaciones y opiniones.
En cambio para una IA una manzana es una secuencia de píxeles vinculados a información.
Los avances en el reconocimiento de imágenes han despertado la esperanza de que la IA pueda comprender emociones a fin de utilizarla en el ámbito de RRHH, publicidad y justicia.
Se han levantado críticas sobre la validez y precisión de este enfoque y se plantean dilemas éticos sobre aceptar veredictos entregados por la IA.
El reconocimiento automático de emociones ha generado expectativas sobre la capacidad de las máquinas para comprender y expresar emociones. Sin embargo, en el caso de La Mona Lisa, Mónica y Jon Stone, los detectores de emociones de Google, Amazon y Microsoft concluyen que no sienten nada.
Clasificar, analizar y deducir correlaciones para ayudarnos a comprender fenómenos complejos.
El verdadero talento de la IA radica en su capacidad para analizar grandes bases de datos de diversas disciplinas, deducir correlaciones, predecir comportamientos futuros y orientar nuestras decisiones personales y colectivas.
La IA carece de emociones, no comete errores matemáticos pero a menudo genera resultados sesgados.
Los humanos somos empáticos, consideramos contexto social y aspectos más amplios de la realidad.
Ante este dilema, es necesario encontrar un equilibrio entre confiar en las máquinas y en las personas.
En la actualidad, es fundamental asumir el desafío de tomar el control de nuestro destino individual y colectivo, en lugar de permitir que los sistemas tecnológicos influyan en áreas importantes de la sociedad.
Caja negra, no se entiende en qué criterio se basa para emitir un juicio.
Los sistemas de aprendizaje automático se han vuelto cajas negras difíciles de entender.
Esto plantea problemas éticos ya que las empresas eluden su responsabilidad culpando a los algoritmos.
El desarrollo de sistemas complejos y confiables aún es un desafío para la Inteligencia Artificial por lo que se ha originado una nueva profesión de asistente humano.
Paradojicamente las personas realizan tareas que los robots no pueden hacer mientras que las mismas personas tienen un menor margen de acción y están más controladas por la IA.
En resumen, la inteligencia artificial ha pasado de ser una ayuda para la memoria a tomar decisiones y recomendaciones automáticas. En los call centers, por ejemplo, los empleados deben seguir algoritmos y son evaluados y despedidos automáticamente si no cumplen con los criterios establecidos.
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